Entre muertos y culpables

12/Oct/2015

Montevideo Portal, por Ana Jerozolimski

Entre muertos y culpables

La desgarradora foto de
YehyaSa’di Mohammed Hassan (26) abrazando desesperado el cuerpo sin vida de su
pequeña hija Rahaf , de 3 años, muerta el domingo de madrugada cuando cayó en
su casa en el barrio Zaitun de la Franja de Gaza un proyectil israelí, es
difícil de ver. Más aún cuando se sabe que murió también su esposa, madre de la
niña, NurRasmi, que además estaba en su quinto mes de embarazo. Otro hijo de la
pareja resultó herido, al igual que tres niños, sobrinos de ambos.
La tragedia personal, con nombre
y apellido, es un hecho indiscutible, que nada puede aportar, nunca, a un
futuro mejor.
Al mismo tiempo, creemos
ineludible ir más allá de esa tragedia, de los rostros y nombres de los
muertos, para entender lo que está pasando..y quién tiene la culpa.
En efecto, Israel atacó desde el
aire el domingo de madrugada, lanzando dos proyectiles en el lugar. Pero lo que
fuentes palestinas no dicen cuando informan al respecto es que el blanco del
ataque no era la casa fatalmente alcanzada sino un puesto de Hamas que se
encontraba cerca, y que ese puesto era atacado por Israel, porque nuevamente,
pocas horas antes, desde la Franja de Gaza habían salido cohetes dirigidos a
territorio israelí. Detonaron las alarmas en varias localidades del sur de
Israel, indicando que cohetes estaban en camino al lugar. Y el que fue lanzado
hacia la ciudad de Ashkelon, iba a caer en un barrio habitado, en una zona
poblada y no en campo abierto , ya que de lo contrario no habría activado a la
“Cúpula de Hierro”, que lanzó el misil destinado a interceptar el
cohete en el aire y destruirlo, para que no toque tierra. Así funciona esta
increíble batería: lanza su cohete únicamente cuando su cerebro capta que el
que está en vuelo desde Gaza, impactará , de no ser destruido, en una zona
habitada. Esto es lo que salva vidas en Israel: los años y recursos que se
dedicaron al desarrollo de la “Cúpula de Hierro”.
Los palestinos no tienen esa
suerte. Su desgracia no es que tengan un vecino militarmente fuerte como
Israel, sino que tienen líderes que no se preocupan por ellos. Y que los usan
como carne de cañón.
A Israel no se le antojó una
buena madrugada atacar Gaza para divertirse. Sin olvidar ni por un momento el
resultado trágico de lo que fue aquí un impacto equivocado fuera del blanco
elegido, nos parece clave recordar el cuadro más amplio de lo que está
ocurriendo.
Es que cabe recordar que desde
que terminó la guerra contra Hamas hace algo más de un año, lo que reinó del
lado israelí de la frontera, no fue una calma paradisíaca. El disparo de
cohetes hacia las comunidades civiles del lado israelí de la frontera, no
desapareció. Cada tanto, hay quien se preocupa de recordar que el enemigo está
del otro lado, a corta distancia. Cada tanto, suena la alarma, y quienes la
oyen y se resguardan, se preguntan durante 15 segundos dónde oirán el
estallido..si acaso será sobre sus cabezas o nuevamente, por milagro, o mejor
dicho por sus precauciones, se salvarán.
Recordamos el sufrimiento de la
población palestina durante la guerra de hace poco más de un año -que no fue
producto sólo de los bombardeos israelíes sino también del comportamiento de
los grupos armados palestinos y de su propio gobierno de Hamas- y nos preguntamos
si acaso Hamas no aprendió nada. Israel es el único que introduce ayuda
diariamente, en grandes cantidades, a la Franja de Gaza, aunque se sabe que
parte es robada por Hamas para sus propios intereses y no para la tan esperada
reconstrucción de las zonas afectadas. Recordamos eso y nos preguntamos cuál es
la lógica no solamente de los disparos de cohetes hacia Israel (recalquemos que
no hay ni un soldado israelí, desde setiembre del 2005, dentro de la Franja de
Gaza) sino de los enfrentamientos de los últimos días en la frontera entre Gaza
e Israel.
El Centro Palestino de Derechos
Humanos con sede en Gaza, nos hizo llegar este domingo un comunicado en el que
resume los cruentos hechos de los últimos días, señalando que desde el viernes,
murieron otros 9 civiles palestinos (además de la joven madre y su hija que ya
mencionamos) y que numerosos resultaron heridos. Y nos preguntamos qué pensaban
los cientos de palestinos que desde el viernes, durante todo el fin de semana,
trataron de romper violentamente el cerco fronterizo entre Gaza e Israel y de
cruzar para el otro lado. ¿Que los soldados debían tirarles flores y dejarlos
pasar? ¿Dónde estaban los padres de todos esos jóvenes? ¿Para qué hacían eso?
Seguramente no para buscar con quién hablar. Sería interesante saber si se
animarían a lo mismo en la otra frontera cerrada de Gaza, Rafah, al sur, frente
a Egipto. No se animan porque saben que aquí morirían decenas en cada intento,
probablemente con disparos descontrolados a mansalva para detenerlos.
La situación es mucho más
compleja que los números que se publican.
Desde que comenzó esta nueva
escalada de violencia, han muerto más palestinos que israelíes. Pero eso no
significa que los palestinos sean aquí las víctimas y los israelíes los
victimarios. Salvo en los dos primeros atentados de esta vuelta, que cobraron
la vida de cuatro civiles israelíes -dos de ellos , una pareja asesinada a
balazos ante los ojos de sus hijos que se salvaron porque un terrorista de
Hamas le disparó por error a su compañero y se fueron antes de lo planeado del
lugar- en todos los demás atentados, no hubo muertos sino “solamente”
heridos. Porque los cuchillos entraron a un centímetro del punto en el que
habrían matado con certeza, porque gente alerta detuvo a los terroristas antes
de que logren completar su cometido, por diversas razones circunstanciales, que
en nada minimizan la intención asesina de los atacantes. En muchos de los
casos, los terroristas fueron abatidos luego de perpetrar sus atentados.
Desde el atentado del hace poco
más de una semana, sábado en la noche en la Ciudad Vieja de Jerusalem, en el
que dos israelíes fueron acuchillados de muerte, el resultado de todos los
demás atentados fue de numerosos israelíes heridos, no muertos. ¿Acaso eso
convierte a las víctimas israelíes de por lo menos 20 ataques palestinos en
todo Israel, en los responsables de sus propias heridas? ¿Acaso el hecho que
los atacantes fueron baleados, los convierte a ellos en las víctimas ?
El domingo por la mañana se
frustró al parecer un atentado con coche bomba en Jerusalem. Una palestina de
31 años conducía el auto por la carretera entre el asentamiento de Maale Adumim
y Jerusalem cuando cerca del cruce A Zaim ,un policía de tránsito le indicó
detenerse a un costado del camino diciéndole que había cometido una infracción.
Algo le pareció sospechoso. La mujer parecía no entender lo que le hablaban,
por lo cual el policía se dirigió a ella en árabe. La mujer comenzó a gritar
“Ala hu-Akbar, Alá hu-Akbar” . Y estalló. Luego, en el coche, fueron
halladas varias garrafas de gas destinadas al parecer al atentado de gran
envergadura en Jerusalem y un papel: “Quiero ser shahida” (mártir).
El incidente terminó con el
policía herido leve y la mujer gravemente herida.
Dicho sea de paso, tanto el
policía como la terrorista fueron evacuados al hospital Hadassah de Jerusalem,
donde ambos están siendo atendidos.
Esto, también es parte de la
historia de Israel.